

Aún cuando atraviese el negro valle de la muerte no tendré miedo, pues tú irás siempre junto a mí…
… Pero lo que ocurre hoy es que la parte «pues tú irás siempre junto a mí…» Ese dios ya no existe, murió. El hombre no tiene su eje central, aquello que le impulsa a vivir. Ya lo anunció Nietzsche.
Hoy al hombre le ha tocado la gran responsabilidad de crearse su propio dios, su meta, el porqué vivir.
Hay está la cuestión… estúpidos, ¿Qué es lo que os pasa? ¿Creéis que alguien va a hacer algo por vosotros?
Lo tenéis claro…
En todas partes se os ve, malhumorados, desaliñados, con cara de pena… Y lo único que se os ocurre es refugiaros en el móvil.